Hoy me presento ante San Valentín,
con las manos vacías
y una única intención: celebrar el amor:
aquel que es verdadero y no se esconde;
ese que no es egoísta, ni rencoroso, ni envidioso;
aquel que es eterno y todo lo espera – todo lo soporta;
ese que existía ya antes de que tú y yo fuésemos concebidos;
el que nunca jamás se extinguirá
- aún después de que tú y yo hayamos perecido,
en algún lugar, en el tiempo…
- Heathcliff: “¡Que despierte entre tormentos!- gritó con terrible vehemencia, dando con el pie en el suelo y vociferando en un súbito acceso de indomable pasión-. Sí, ha mentido hasta el final. ¿Dónde está? No está allí... no en el cielo... no muerta... ¿dónde? Tú me dijiste que no te importaban mis sufrimientos. Yo sólo hago un ruego..., y lo repito hasta que mi lengua se entumezca.... Catherine Earnshaw, que no descanses mientras yo viva. Dijiste que yo te maté, persígueme, pues. Los muertos, yo creo, persiguen siempre a sus asesinos. [...] Quédate siempre conmigo, en cualquier forma, ¡vuélveme loco! Sólo no me dejes en este abismo donde no te pueda encontrar. [...]¡No puedo vivir sin mi vida, no puedo vivir sin mi alma!”
“Together they´re afraid of nothing…, they would brave satan and all his legions
And the price: Three graves by a low wall where the churchyard meets the open moor. A generation lost and gone. Edgar, Cathy, Heathcliff. May they sleep sound in that quiet earth. But country folk will swear on their Bibles that he still walks.”
(“Juntos no tenían miedo a nada, desafiarían a satán y a todas sus legiones.
Y el precio: tres tumbas cerca de un muro bajo, donde el cementerio se une al páramo abierto. Una generación perdida y desaparecida. Edgar, Cathy, Heathcliff. Descansad profundamente en esa tierra tranquila. Aunque los campesinos juran sobre sus Biblias que él sigue caminando (vagando por el páramo).”)
¡Feliz día de San Valentín!