La primera impresión que me dio este impactante largometraje - magistralmente dirigido por Darren Aronofsky, protagonizado por Marisa Tomei y el “resurrecto” Mickey Rourke – fue la crudeza tan realista del relato y la manera en que se cuenta la historia de la caída estrepitosa de lo que llegó a ser todo un ídolo de lucha libre. Un cuerpo totalmente extenuado por los esteroides anabólicos, dando tumbos, y con la respiración al límite de sus fuerzas: algunos de los primeros planos son tomados del torso del luchador, mientras este deambula por el entorno – algo que se filma, sin necesidad de diálogo alguno: su lamentable estado resulta ser evidente.
Desde mi humilde punto de vista, hay dos formas de contar una historia: puliendo sus aristas o “rodándola” sin miramientos. La diferencia es sustancial y prueba de ello es la catarsis experimentada, leyendo los créditos al final. El efecto purificador, fue total, puesto que son esos momentos en los que uno se da cuenta que nada es eterno, que se pueden hacer las cosas bien o mal y que el resultado no siempre tiene que ser el esperado. Es de humanos errar y de humanos entenderlo así.
Es una de esas películas que te muestra el mundo tal y como es: ¡brutal! No te miente, es fiel, y no edulcora en lo más mínimo la realidad de un profesional de lucha libre que ve delante de sus ojos, por más que lo intente, con su honestidad, nobleza y estoicidad, que no existe el tal “sueño americano” y que no hay tal “happy ending”, o final feliz. El olvido, la soledad y el abatimiento son puntos vitales en la vida de todos nosotros y la hipocresía sistemática, con la que somos bombardeados constantemente, nos bloquea la probable y natural reflexión al respecto.
Finalmente, tuve que caer rendido; ya que, por mucho que uno quiera sedarse o embriagarse con la idea de que esto es un camino de rosas, no lo es. Ayer caí de bruces sin poder reaccionar ante lo inevitable que nos regala este largometraje: al final “it’s OK” (“no pasa nada”); porque, al fin y al cabo, todos tenemos una historia que contar, diferente… aunque con sensaciones parecidas, con sus victorias y sus consecuentes fracasos.
El Luchador es uno de esas películas que te eleva a un estado de conciencia superlativa, que te dice “abre los ojos”, observa y luego, cuando no haya más que ofrecer en la pantalla, sal y haz algo al respecto. Ayer creo haber visto un film que debiera de marcar toda una época. No por su belleza plástica, sino por su simplicidad de contenido y sobre todo por la decencia con la que se relata la historia de “todo un despojo social.” Dignidad, señores y señoras, ¡dignidad! Ese es el mensaje y el camino.
9 comments:
Dignidad.. Supongo que esto es lo único que no debe de perderse nunca; aún así, no puedo evitar imaginar, por un segundo, un hábitat hermético y reducido, en el que conviviesen unos pocos... ¿Cuantos mantendrían su dignidad? ¿Porque algunos (que no todos) la pierden a la primera de cambio? ¿Porque otros la desconocen?
Pues ya estoy deseando verla, aunque a priori parece un poco triste ¿no?
Dignidad... que no es lo mismo que orgullo... muchos lo confunden.
Guruppppp tú y yo nos pasaríamos la vida en el cine, ¿a que si?... Estoy hartaaaaaa de pelis blanditas, aptas para mentes en desarrollo... jajajaja... Igual esta tarde nos animamos y vamos a ver "La pantera rosa 2" (espero reirme tanto como con la primera...)
ILU darlingggggggg!!!!
Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua:
“Dignidad: Cualidad de digno. Gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse.
Orgullo: Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas.
Vanidad: Cualidad de vano. Arrogancia, presunción, envanecimiento.
Vano: Falto de realidad, sustancia o entidad. Hueco vacío y falto de solidez. Inútil, infructuoso o sin efecto. Arrogante, presuntuoso o envanecido. Insubsistente, poco durable o estable.
Presuntuoso: Lleno de presunción y orgullo.”
Por lo tanto, es digno aquel que se comporta con decoro y se hace respetar. Es orgulloso aquel que utiliza la autoestima rallando con la arrogancia.
Y para terminar, desde mi punto de vista, esta es la madre del cordero:
¨Egoísmo: Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás.”
Noimport,
No hay purificación sin catarsis, y ésta a veces debe de ser inducida, para despertar a la realidad.
Pues, sí, a mi el cine siempre me ha atraído mucho, aunque casi tomé mi primera bocanada de aire en un teatro - “El Lago de los Cisnes” de Tchaikovsky.
Uyy, La Pantera Rosa II, ME APUNTO, ME APUNTO! Jejeje... No veas lo que me reí en la primera parte, cuando lo pillan en el aeropuerto o cuando se “camuflan” para pasar desapercibidos... jejeje.
Tuxichechos.
yo tambien la quiero ver, pero quiero ir en unmomento en que tenga mas aire en mis pulmones, ahora mismo la dignidad es en lo que me quiero sujetar, en el respeto y la dignidad, creo que cuando nos morimos notamos si hemos sido dignos o no, no hace faklta ningun juicio final, lo sabremos por nosotros mismos.
Iré a verla, e iré con alguien a quien conozco que le hará bien verla, gracia spor aconsejarla porque cuando la ví en los Oscars me dió una intuición de que seria dura y buena, pero si a tí te ha hecho sentir esa catarsis ahora estoy segura de que hay que ir a vrla y tener aire en los pulmones para que te ayude a crecer.
Bueno, yo ya me entiendo, no sé si me entendeis,jajaja
un beso a los dos!! criaturaaaas yo tambien quiero pantera rosaaaaa
Guruuuuuuuupppp lo del Lago de los Cisnes, ¡no me engañas!, ha sido un homenaje a los patitos del lago de detras de tu casa!!!! jajaja... ¿Ya les das de comer como siempre te pido? ¿eh?¿eh?...
¡Aire en los pulmones! ¡Siempre me tocais la fibra! ¡Me hubiérais visto a mi esta noche durmiendo con la boca abierta, cual trucha que quiere mucho a su trucho! jajaja... ¡Maldito constipado! ¡Quiero ponerme bien del todo YAAAAAAAAAAAAAAAAA!
Uff ufff...
La Pantera Rosa 2: sólo me ha gustado el principio y el final y no veas cómo me he acordado de ti, Gurup, ya te contaré por qué... (tiene que ver con lo de la Jangburgr jajaja)
Besazos a mis dos tesoros!!!
Megus,
Estoy de acuerdo en que todos dentro de nosotros mismos sabemos objetivamente lo que hemos hecho y lo que hemos obviado hacer. Al fin y al cabo, ¿quien mejor que uno? Es todo un ejercicio mental el evitar caer en los mismos errores, lo malo de todo esto es que algunos no se ejercitan mentalmente.
Tómate tu tiempo y te aconsejaría que fueses acompañada; de todas formas, la experiencia es de catarsis interna y por muy bien acompañada que puedas estar, te llega a caer como una losa inexpugnable, imposible de sortear, por muy bien que esté la carretera o por muy buen coche que conduzcas. Es dura, pero muy humana… Yo supongo que a cualquiera que se ha jugado una partida de ajedrez con la soledad, termina por tocarle alguna tecla del piano… ejem, yo me entiendo, jejej…
Noimport,
Yo prefiero darle de comer a los periquitos, porque los patos te dejan el patio perdido de.. ejem, ejem… en fin…. Ya están los pobres caracolillos que todos los días son masacrados por la “voracidad patuna.”
Si estuviera por esas tierras ya te hubiera comprao unos clinex con dibujitos pitufines, para que hicieran juego con el “panchis.”
El Jangburgr, el gurhambr, el haajdgr, el jgbrrrurrr, jajajaja…
Bon dia, Tuxiluz!
Que La Fuerza nos acompañe en esta semana que se nos avecina!
No la he visto, pero tomo buena nota... ya son muchas las buenas críticas que tengo de esta peli (y no es la falta de ganas, sino de tiempo, lo que me impide verla)... parece que te hace pensar, y eso está bien.
Mister m,
Este tipo de películas siempre es bueno irlas a ver con alguien, así luego hay tema para rato apalancaos en un café, bareto o pub, tomándote algo; o reclinado en un aire libre, ahora k ha llegado la primavera. De todas formas, la película se las trae, por el mensaje. Da igual cuantas veces lleves a debate este tema, porque es de esos films que se te quedan en la retina por un buen tiempo. Supongo que es porque toca el tema de la soledad y de las decisiones que todos tenemos que tomar, en algún instante de nuestra existencia. Temas tabú hoy en día en el cine que venera el "happy ending" y las explosiones violentas, como el medio perfecto para adormilar las mentes angustiadas con tanta crisis y "hacer taquilla".
Me encantó.
Post a Comment